jueves, 19 de junio de 2008

Noche de iceberg literario


Cuando el público lector cubano puede conversar con los escritores de la Isla en las calles o en un café sobre los personajes de una novela, el significado de una metáfora poética o la importancia de la síntesis en un cuento, entonces la Noche de los libros ― que organiza en su segunda edición el Instituto Cubano del Libro ― logra que la literatura penetre realmente en lo cotidiano y, más que una compañía de ocasión, se convierta en necesidad inagotable por la belleza y la imaginación.

La campaña Lecturas de Verano que comenzará con esta fiesta nocturna el 4 de julio en 20 ciudades del país, y que estará dedicado al natalicio 106 del poeta Nicolás Guillén, propondrá no solo la aproximación a textos tanto nacionales como universales sino a la plástica, la música y el deporte.

Una excelente oportunidad de compartir con destacados intelectuales cubanos será cuando Laidi Fernández de Juan, Daniel Chavarría y Eduardo Heras reflexionen junto a los presentes, en el café Fresa y Chocolate de la capital, sobre la narrativa norteamericana contemporánea y su influencia en la cubana a partir de las novelas La cuchilla de Donald Westlake, La Biblia envenenada de Barbara Kingsolver y La edad de oro de Gore Vidal.

Los tres textos buscan, a partir del desdoblamiento del “yo interno” de sus personajes, realizar un análisis de la sociedad de forma tanto histórica como de manera contextual. Es decir, a medida que las acciones se suceden, los protagonistas enfrentan un dilema ético: luchar por su libertad de pensamiento a cualquier precio o ser subsumidos por el miedo, los odios y la venganza.

Los tres textos parten de la tesis del Premio Nobel de Literatura Hemingway de “la punta del iceberg”: Solo mostrar fragmentos imprescindibles y “crudos” de la realidad para que el lector (re)construya la historia que se narra y descubra los diversos sentimientos, significados e intenciones sociales y políticas que aparecen casi ocultos en la narración.

El volumen de Westlake dibuja la realidad de individuos que viven en una sociedad capitalista en la cual el consumo, la inseguridad y la violencia los lleva al fracaso no solo de sus vidas profesionales sino de las personales.

La ensayista y crítica literaria, Fernández de Juan, en un artículo sobre la escritora norteamericana Barbara Kingsolver comentó sobre los valores de La Bibliaque: “Haciendo gala de un preciso dominio del lenguaje literario, nos entrega una profunda manera de contemplar lo que ella denomina el enorme y movedizo terreno que hay entre la justicia y lo que es justo”.

Por su parte el novelista colombiano Gabriel García Márquez aseveró sobre la valía del volumen de Gore Vidal que: “La edad de oro es el final de la magnífica serie de novelas históricas o historias novelizadas”.

Estas obras han tenido influencia en la literatura contemporánea cubana por sus valores tanto estilísticos como políticos. Con la presentación de estas novelas, el Instituto Cubano del Libro desafía en el verano a un lector ávido de temas y propuestas originales y actuales.

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