viernes, 6 de junio de 2008

El verso andino: desafío poético para el mundo actual


La poesía quechua y aimara contemporánea es el regreso a la semilla, las imágenes agrícolas y los mitos, pero también es la búsqueda incesante de una voz propia que reflejen la existencia, pensamientos, valores y acciones del hombre americano. Es la preocupación por el ser y por su devenir que para el destacado poeta e investigador William Hurtado de Mendoza es “la necesidad de la interculturalidad para no perecer en la historia”.

La XIII edición del Festival Internacional de Poesía, dedicada este año a las lenguas originarias, ha permitido el intercambio de los cubanos con autores de la región andina (Chile, Paraguay, Bolivia, Perú, entre otros) para conocer, según el escritor aimara José Luis Ayala, “las ideas y la riqueza de los valores linguísticos de una cultura milenaria”.

La literatura quechua y aimara no debe ser considerada como una categoría menor dentro del mundo de la creación, sino desde la perspectiva de una búsqueda por una estética y un discurso dirigido a la sensibilidad de lectores de cualquier región del planeta.

Si bien son conocidos en nuestro continente los versos de poetas franceses como Charles Baudaleire o Arthur Rimbaud, la obra poética del cusqueño Andrés Alencastre pasa casi inadvertida. El texto “Poderoso Cóndor” es una misteriosa mezcla entre la reminiscencia con el pasado y lo mítico, y la forma metafórica en que se interpreta la vida presente: Hermoso señor del mundo blanco nudo/¿Por cuál motivo vienes tú/ a posarte en el techo de mi morada/ No me digas/ que mi padre o mi madre han muerto;/ yo te ofrezco (en cambio)/ que bebas mi sangre ¡bébela Señor!

Según el poeta Mendoza, en su conferencia “Estado actual de la poesía andina” realizada en la Casa de las Américas, es difícil para un lector común adentrarse en la imaginería de este tipo de verso, porque prevalece una visión unipolar, dominada por la interpretación de la tradición literaria occidental, en la cual tanto la expresión como la riqueza lingüística desbordan una realidad diferente, que limitan el universo de comprensión de la obra indoamericana.

La poética de Eduardo Ninamango, por ejemplo, no es solo el afán por la belleza estética de intención universal sino por dejar una huella (relación mundo-concepto) en la sensibilidad del individuo… la memoria afectiva: porque la vida es dura/ y deja sin gota de lluvia/ a los animales que mueren en el campo/ a los árboles que agitan sus camas y caen al suelo/ como ave herida a las gramíneas que ya no florecerán, sin que el hombre,/ viejo diseñador de historias,/ de arcillas,/puede detener el fuego de la lluvia.

“Lo cotidiano en realidad, afirma Ayala ante la pregunta de cómo interpretar la metáfora en la obra quetchua y aymara contemporánea, es lo extraordinario. El tiempo del mundo andino es circular, tiene un sentido de movimiento perpetuo; es una interpretación metafórica y dialéctica diferente a la occidental que permite alcanzar una visión mítica-cósmica que forma parte del ser humano”.

En los textos de algunos de los poetas de habla indoamericana se puede encontrar un nuevo fenómeno: La simbiosis entre la lengua castellana y la de esas regiones. Es el intento por alcanzar una doble significación y sensibilidad ante la realidad que se les presenta a los autores, la fusión y manera de pensar de la cultura occidental con la quetchua, la aymara, entre otras.

La preocupación ideo-estética es hasta qué punto dos posibilidades expresivas diferentes puedan ser representadas a través de lo lingüístico y sean comprendidas ya no solo por los cinco millones de quechuas bilingües, sino por otro tipo de lector.

Sin dudas, es un desafío poético que abre el puente de la “interculturalidad” y la experimentación constante entre la forma y el contenido.

Para Mendoza, cada vez que escribe un poemario se enfrenta con un problema: “Tengo que explicarle a la mayoría de la gente la estructura de mi libro porque no se entiende, es decir los escritores de nuestra habla hemos estado mudos durante siglos. Hay que buscar y alcanzar la igualdad de las palabras y el rigor estético para llegar a más personas y que ellos se acerquen a nuestra literatura”.

El Festival Internacional de Poesía ha posibilitado intercambiar con una cultura y una literatura que nos pertenece por esencia y enriquece nuestro panorama ideo-estético, pero lo lamentable es la poca participación y convocatoria a esta edición tanto de estudiantes de todas las enseñanzas como de noveles poetas.

Poema: "Poderoso Cóndor"

Rozando todos los cielos
aparece el divino cóndor;
temerosas, se ponen las rodillas
las montañas que él contempla.
Extiende sus alas
y los pueblos caen bajo su sombra:
los ríos, los lagos,
reflejan su gran imagen.

Moviendo sus alas
desata los vientos;
con hojas sin peso, los animales
huyen por abras y montes.

Con el sol, ojo a ojo
el cóndor se mira;
y nadie como él conoce al hombre
llegando a su profundo
corazón, con ese ojo.
Su aguda cresta, cortante acero;
su pico ¡sí, aguja!
y en sus patas escamosas,
las uñas cuchillo antiguo.

Hermoso señor del mundo blanco nudo
¿Por cuál motivo vienes tú
a posarte en el techo de mi morada-

No me digas
que mi padre o mi madre han muerto;
yo te ofrezco (en cambio)
que bebas mi sangre ¡bébela Señor!


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