viernes, 2 de enero de 2009
La revolución inadvertida del hombre
¿Cuál es el significado de que los hombres se dirigen hacia un nuevo saber o comprensión del mundo? ¿Por qué vivimos en una revolución inadvertida de la ciencia y la tecnología con respecto a la vida cotidiana? Fueron algunas de las interrogantes que me asaltaron mientras leía el texto Hacia un nuevo saber: La bioética en la revolución contemporánea del saber del Doctor en Ciencias Filosóficas Carlos Delgado, quien no solo recibió el premio Iberoamericano de Ética Elena Gil 2005 sino que ha presentado una visión y propuesta originales sobre estos problemas que más allá de ser cuestiones puramente teóricas son reflexiones dirigidas hacia la realidad del quehacer diario de los individuos.
¿Cómo se puede comprender que nos estamos dirigiendo hacia un nuevo saber?
El siglo XX fue importante por los cambios en la tecnología, en la vida práctica y otras áreas del conocimiento que pasaron rápidamente a la vida cotidiana como la manera de organizar las ciudades y sus edificaciones, la conformación de la familia, de la escuela, entre otras.
Es decir, la tecnología es un proceso modificador del lugar del conocimiento en la vida social, por lo cual yo formulé en el 2001 una hipótesis alrededor del tema denominado como del nuevo saber.
No solo estamos cambiando el modo de aprehensión del mundo y las formas de ese conocimiento sino que estamos arribando a un modo diferente de comprender la dinámica de las sociedades contemporáneas y las interrelaciones con su entorno. Este resultado que visualicé como “nuevo saber” ha sido posible a través de un conjunto de transformaciones en cuatro disciplinas que vinculan los problemas del valor, la ética y el conocimiento.
La bioética, que es la búsqueda de una sabiduría para sobrevivir, se enlaza con el movimiento ambiental y la ecología profunda que plantean la necesidad de la preocupación por la naturaleza, no por su utilidad para el sujeto sino por el propio valor de la naturaleza. Los otros dos movimientos son la epistemología de segundo orden y las ideas sobre la complejidad del mundo.
La epistemología (teoría del conocimiento) sitúa al sujeto en un contexto en el proceso de búsqueda de la verdad, es decir aparece una nueva perspectiva en la investigación entre lo que se observa y el observador relacionado con los sentimientos y valores del sujeto.
Las ideas sobre la complejidad son una reflexión sobre los cambios producidos en el conocimiento científico en el caso de la física, la química, la matemática y las ciencias sociales que afirman, a diferencia de las teorías clásicas anteriores, las múltiples interacciones de un fenómeno y su no finalidad en el tiempo.
Sin dudas, estas disciplinas rompen con las tradicionales y llevan el análisis hacia una nueva dimensión en las relaciones entre el hombre, la naturaleza y el conocimiento.
¿Estas disciplinas entran en usted denomina como revolución inadvertida?
Es inadvertida la revolución aunque esté por todas partes, al menos esa es mi tesis. Lees un texto sobre la complejidad y la palabra bioética no está ni siquiera mencionada, pero existen elementos en común en cuanto a su visión sobre el conocimiento, valoración y eticidad.
Es decir, falta diálogo entre las especialidades. La ciencia que emanó de la modernidad tiende a la especialización, pero tiene un defecto fundamental: la especialización degenera en hiperespecialización y se pierde la perspectiva de la totalidad. Hoy no podemos darnos ese lujo porque los avatares actuales de la humanidad reclaman de una perspectiva global. Te hablé de cuatro teorías, pero pueden haber muchas más que estén trabajando en la misma dirección, pero como formo parte de esta comunidad de la revolución inadvertida no las conozco.
¿Qué importancia tiene para la cultura adquirir un pensamiento complejo?
Las nociones de complejidad se abren a un infinito de interpretaciones humanas porque nos permiten captar cosas que antes, encerrados en nuestros propios dominios, no podíamos ver. Si bien las nociones del arte anterior estaban centradas en la obra como resultado de un proceso, ahora se traslada hacia el proceso mismo, donde lo importante es el recorrido para comprender la naturaleza artística.
Por otra parte está el aspecto tecnológico como la aparición del INTERNET o del correo electrónico no visto como un fenómeno alejado del individuo, sino en el cual él está totalmente inmerso en la tecnología y ya no puede realizar la satisfacción de sus necesidades sin depender de lo tecnológico, porque cada vez se realiza de manera más intensa un diálogo con la tecnología.
¿Existe contradicción entre la cotidianeidad, el conocimiento, los modos de vivir y la reproducción de la vida?
Existen contradicciones en la medida en que aparezca una relación permanente con la naturaleza, en la cual se destruyen las bases biológicas de la vida. El conocimiento que hemos producido desde la modernidad hasta nuestros días es cada vez más destructivo.
Los avances en la ciencia y la tecnología tienen mucho que ver con la cotidianeidad de las personas y sus consecuencias se palpan en la modificación de determinadas creencias, costumbres y modos de vivir de las personas.
Por ejemplo los modos de comprender el proceso de enseñanza en las universidades están en crisis en la medida en que la formación de un profesional se dirige hacia la especialización, pero el egresado se enfrenta con que la perspectiva de su trabajo muchas veces se ha transformado y por tanto si no se le brinda al alumno un tipo de flexibilidad que le permita reincorporarse al proceso productivo debe empezar de nuevo. Una cosa es que comience a adquirir habilidades profesionales y otra que modifique y adquiera nuevos conocimientos de manera expedita.
En el campo de la vida cotidiana nos percatamos de lo que significa la inserción de un dispositivo tecnológico de manera abrupta en un núcleo familiar, cuando las personas mayores dicen “no lo voy a usar porque lo puedo romper”.
Lo que conforma lo cotidiano es generalmente lo conocido y cuando el nieto inserta una computadora de última generación en el hogar, el abuelo se distancia pues le provoca temor y surgen determinados conflictos de intereses e incluso sentimentales.
Ahora bien, los plazos entre la introducción de un avance y otro se acortan, entonces una reproductora comprada para satisfacer una necesidad como es la de escuchar música, puede que al cabo de un tiempo relativamente corto desaparezca y entonces debo estar preparado para ese otro avance porque si no ya no puedo escuchar música, el ejemplo es el disco de acetato y el disco compacto.
Creo que estas contradicciones poseen un valor importante en la sociedad, pues algunas costumbres habrá que modificarlas, pero otras pondrán frenos a desvíos tecnológicos que van por el camino de la destrucción de la especie.
¿De alguna manera la teoría de Carlos Marx sobre el trabajo entra en crisis?
Una de las teorías más vitales del siglo XIX y que nos llegan al presente es la de Marx. Mientras exista capitalismo su estudio tendrá vigencia porque lo explica muy bien. Su propuesta del determinismo dialéctico, la comprensión de la determinación y su análisis de los modos de funcionamiento de la sociedad capitalista son todavía aprovechables, aunque hay elementos que hay que reconsiderar.
Para Marx, el tema ambiental no era para él ni para la sociedad en la cual vivió un problema reconocido. En su teoría del trabajo como fuente de valor cae en una lógica en la que la naturaleza es infinita; hoy sabemos que no es así.
La tesis marxista que establece un vínculo entre la producción material y la satisfacción de lasa necesidades sabemos que no es exacta. No podemos pensar en una sociedad futura en la que sean satisfechas todas las necesidades, eso es imposible porque la naturaleza tiene límites.
Hablo, sin embargo, de la necesidad de estudiar sus propuestas de nuevo. Si me preguntaras si Marx tiene compatibilidad con las ideas de la complejidad yo te diría que te leyeras El 18 Brumario de Luis Bonaparte para encontrarse con una obra de pensamiento complejo. Es una obra donde el futuro no está dado de antemano sino que está mediado por una cantidad de interacciones que él las fue recorriendo. Es una obra extraordinaria, enigmática y metafórica, en la cual intenta recorrer la dinámica de los procesos reales y eso es lo que debemos rescatar. En ese sentido no hay que revisar las posturas marxistas sino que tenemos que volverlas a estudiar y aplicarlas sin dogmatismos en nuestro contexto.
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